martes, 13 de mayo de 2014

Mediación en los Institutos


Muchas experiencias nuevas y de todos los colores viví en el período de prácticas que realicé en el IES San Vicente Ferrer, pero sin duda, lo más nuevo para mi y que dejó marca en mi camino hacia la docencia fue la existencia de un equipo de mediación. 

Apenas llegamos al Instituto nos informaron de un curso de Formación de Mediadores que se ofertaba a los alumnos de Magisterio y a los profesores del San Vicente Ferrer. Tuvimos mucha suerte de estar allí y recibir esa invitación ya que, hasta hace muy poco, la Mediación en los institutos no existía y por eso no es muy frecuente encontrar cursos de este tipo. Sin tener ni idea de lo que nos íbamos a encontrar, mis compañeros y yo nos apuntamos sin dudarlo. Y qué bien que hicimos.

La Mediación consiste en un proceso voluntario, flexible y participativo de resolución pacífica de conflictos, en el que dos partes enfrentadas recurren voluntariamente a una tercera persona imparcial, el mediador, para llegar a un acuerdo satisfactorio. Este método promueve la búsqueda de soluciones que satisfagan las necesidades de las partes. Es  un intento de trabajar con el otro y no contra el otro, en busca de una vía pacífica y equitativa para afrontar los conflictos, en un entorno de crecimiento, de aceptación, de aprendizaje y de respeto mutuo.

El Programa de Mediación tiene muchos beneficios a nivel escolar: crea en el centro un ambiente más relajado y productivo, aumenta la capacidad de resolución de conflictos de manera no violenta, disminuye el número de conflictos así como de sanciones, expulsiones y expedientes, etc. Y lo que es imprescindible, incrementa el tiempo dedicado a la docencia al no tener que insistir constantemente en la disciplina. 

Esto último puede parecer un poco utópico, pero existe, yo lo he visto. He visto a niños de 12 años poniendo en práctica, de manera inconsciente, habilidades adquiridas en la clase de jóvenes mediadores. La existencia de un grupo de alumnos mediadores, totalmente voluntario, un jueves por la tarde, es lo que más me ha llamado la atención de las actividades del instituto. Alumnos de distintos cursos y edades, todos juntos se quedan después de clase a formarse como futuros mediadores, lo que considero la prueba principal del éxito de esta propuesta.

Un mediador debe ser una persona imparcial, paciente, tolerante, sensible, observadora, discreta, confiable, comprensiva, honesta, creativa, entusiasta, etc. Pero sin duda la cualidad principal que ha de tener un mediador es la empatía ya que éste debe tomar parte a favor de todos y desde aquí trabajar para que el proceso sea equitativo.

Considero que la formación de jóvenes mediadores es imprescindible para la educación de una sociedad mejor, ya que no es otra sino la educación, la base de todo. Es el pilar más importante, la clave de nuestro progreso como sociedad. Los valores adquiridos en los programas de mediación contribuyen a desarrollar actitudes de interés y respeto por el otro. Aumenta el desarrollo de actitudes cooperativas en el tratamiento de conflictos y desarrolla la capacidad de diálogo mejorando así las habilidades comunicativas.

En resumen, la mediación contribuye  a mejorar las relaciones interpersonales y a valorar los sentimientos, intereses y valores propios y de los otros. La mediación no es solo un curso de formación, es una forma de vida, es un buen ejemplo para darle a nuestros niños que mañana serán los hombres que tendrán que dar su ejemplo a otros niños y así sucesivamente con la esperanza de que, entre todos, poco a poco, creemos un mundo mejor. 

4 comentarios:

  1. Me parece genial la idea de implicar a los alumnos desde su inicio en el instituto en el programa de mediación. En el IES donde hice las prácticas, el equipo de mediación ya llevaba tiempo trabajando, pero solo implicaba a profesores. Si los alumnos tenian algún problema debian comunicarlo a su tutor, y este era el que empezaba el proceso de mediación. Mientras estaba allí asistí a algunas reuniones del equipo de mediación, pues mi tutora formaba parte de él. A raíz de la aparición de problemas más graves (conflictos ente bandas) se planteó la necesidad de que ciertos alumnos tuvieran un segundo tutor, directamente del equipo de mediación, al que pudieran acudir justo en el momento en que se producia el conflicto. En principio fue esa la solución que plantearon y que de momento parece que este funcionando bien.
    Sin embargo, el hecho de implicar a todo el alumnado y que la mediación sea una envolvente para cualquier alumno con conflictos, lo considero sencillamente genial.

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  2. Desde luego una fantástica iniciativa!

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  3. Karen, ¡me ha encantado tu entrada! Creo que, como tú dices, tuvimos mucha suerte de poder asistir a este curso de mediación, pues a mí personalmente me hizo descubrir un mundo nuevo del que no tenía ni idea. Creo que has resumido muy bien todo lo que sucede en el IES San Vicente Ferrer y que la mediación allí es algo que está ya muy metido dentro de la identidad del propio instituto. Llama mucho la atención la importancia que tiene para todos los que forman parte de él, incluso para los más pequeños. Por eso pienso que es algo tremendamente positivo. Ellos mismos nos decían que pueden resolver prácticamente todo tipo de conflictos y que desde que están ahí su manera de ver las cosas ha cambiado, porque incluso los mediadores ya no tienen prácticamente discusiones en su día día. ¿No es algo genial?

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  4. La verdad es que sí chicos, es una iniciativa muy grande y ojalá la pongan en práctica más institutos, porque es ahí en el territorio de la educación desde donde se forma la sociedad.

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